Escoge un vino que te guste y ponlo un ratito en el frigorífico que coja la temperatura adecuada. Desplázate hasta el área de Gouville-sur-mer y busca un sitio libre en el aparcamiento delimitado en  batería que enfrenta al mar. La autocaravana de al lado está muy cerca, pero el gran azul y la esperada puesta de sol ayudan a que te sientes único en este momento y lugar.

Si llegas al mediodía, pasea por la larga playa, visitando las cabinas de la misma o date un refrescante baño.

Lo importante es que a la hora que se ponga el sol, tengas preparada tu bebida favorita junto con unas copas para degustar. No hay nada que hacer, salvo esperar y compartir el momento con las personas que quieras mientras la gran bola anaranjada se va depositando sobre el mar.

Simplemente degusta el momento. Cada sorbo, cada instante. Y con el último, retenlo para siempre. Una tarde y un lugar para nuestro recuerdo. Siempre buscamos demasiadas cosas que nos hagan felices y a veces con muy pocas encontramos sin buscar uno de aquellos Golden moments que te llevarás para siempre en tu imaginario personal de autocaravanista.


Dónde hemos dormido:

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